Para redactar frases curiosas se las pinta solo. Cortando y pegando de aquí y de allá se fabrica un texto Frankestein que causa el regocijo de los amantes de la casquería fina.

  • Las albóndigas la hemos convertido casi en pelotas de tenis, y la cocinamos con la verdura y en vez de cocinarlas las pasamos al horno, comemos menos unidades pero la misma cantidad de carne.
  • 500 g de carne picada de ternera y cerdo
  • ¼ cebolla
  • 1 diente de ajo
  • Perejil
  • Pan rallado
  • 600 g de brócoli
  • 150 ml de leche evaporada
  • Mantequilla
  • Agua para la cocción
  • Sal

Lavar el brócoli, separar las florecitas, cocerlas al dente en una cazuela con agua y sal y escurrirlas.

Pelar la cebolla y el picarlos muy finos y mezclarlos con la carne salada y con el perejil muy picado.

Hacer los albondigones y pasarlos por el pan rallado.

Embadurnar una fuente apta para el horno con mantequilla.

Colocar el brócoli, los albondigones en el centro y espolvorear todo con pan rallado.

Añadir la leche, hornear la mitad del tiempo y darle la vuelta a los albondigones.

Comprobar que la leche se haya reducido, gratinar y servirlo caliente.

J. M. Occhi - 2013 · 2018|

El html es uno de los lenguajes de programación que se aplican en la construcción de las estructuras de una página web. Como tal lenguaje está sujeto a sus normas que son muy precisas y no tienen excepciones. Facilita igualmente la integración de otros códigos que permiten su aspecto y presentación y su relación con otros elementos internos y externos. Para emplearlos hay que tener unos ciertos conocimientos o estar bien asesorado para utilizarlo.

Al igual que para el idioma ordinario, los motores de búsqueda y particularmente Google exigen que las páginas se construyan adecuadamente para poder rastrearlas, posicionarlas y ofrecerlas en la red.

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El camino elegido por J. M. Occhi ha sido apropiarse del trabajo ajeno, copiarlo parcialmente, mutilar casi la mitad, arrasar los códigos, provocando errores de programación en todas las páginas y rompiendo todos los enlaces exteriores y la mayoría de los interiores, desvirtuando y despreciando el esfuerzo, la dedicación y el trabajo de su creador.

Algunas de las tropelías cometidas son ya visibles y otras tendrán su influencia a medio y largo plazo en los visitantes potenciales. Quizá aspira a ser considerado el artífice del Ecce Homo de la red.

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Mientras, José Miguel Occhi Ortega, alias Pippo in cucina, ha tranformado una web modesta pero limpia y ordenada en una escombrera en la que al parecer se encuentra muy a gusto. Pretende construir un edificio con una excavadora y aquí está el resultado. La ignorancia es muy atrevida.

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